En la diversidad de sus formas, clásicas o dialectales, desde la expresión oral hasta la caligrafía poética, la lengua árabe ha dado lugar a una estética fascinante, en campos tan variados como la arquitectura, la poesía, la filosofía o el canto. Da acceso a una increíble variedad de identidades y creencias y su historia revela la riqueza de sus vínculos con otras lenguas.
El idioma árabe ha desempeñado un papel catalizador en el conocimiento, promoviendo la difusión de las ciencias y filosofías griegas y romanas en la Europa del Renacimiento. Ha permitido un diálogo de culturas a lo largo de las rutas de la seda, desde la costa de la India hasta el Cuerno de África.
