Hoy recordamos a quien nos legó el mayor ejemplo de entrega, sacriificio y amor por la libertad de su Patria y de la América toda.
El 17 de Agosto de 1850 se apagaba la vida del General San Martín, hoy despues de tantos años, la llama encendida en el corazón de los argentinos a patir de sus heroicas aciones sigue presente.
Se recibió a la bandera de cermonias con un respetuoso aplauso, y al mirarla recordamos al argentino que la honró en cada paso, en cada acción desinteresada que realizó.
Con profundo fervor patrio unimos nuestras voces y entonamos las estrofas de nuestro Himno Nacional Argentino.
Las palabras alusivas estuvieron a cargo de la Profesora Liliana Cocchetti.
Como dijo Francisco Luis Bernández: "No hay argentino que no sienta dentro del alma la virtud de su recuerdo".
San Martín, activo paríicipe de la libertad americana, es, como todos los hombres de su época, comprometido y dedicado a establecer las bases de nuestro país, un modelo, un ejemplo indiscutido para imitar y continuar la construcción de la Patria libre y soñada por muchos hombres en todos los tiempos.
Hombre de ideales, no permitió que nada quebrantara sus valores, que nada ni nadie lo alejara de los propósitos que se había impuesto.
En él vemos reflejada una gran inteligencia, como lo demuestran sus estrategias: en el combate de San Lorenzo, donde los realistas superaban en mucho a los valientes granaderos, su poder de organización y observación en el cruce de los Andes.
Era un ser pensante; no improvisba nada, de alí sus triunfos. No buscó con sus acciones reconocimiento ni beneficios.
Se exilió voluntariamente antes de tener que torcer sus ideales, antes de ver quebrantados sus principios.
Cuando el entonces presidente Avellaneda recició los restos del Libertador, procedentes de Francia, dijo en su discurso: "Los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden la conciencia de sus destinos, y los que se apoyan sobre sus tumbas gloriosas son los que mejor preparan su porvenir".
Hoy los invitamos a que en cada uno de nosotros cobren vigencia estas palabras y a que, a la luz de los valores y de los ideales del Padre de la Patria, asumamos el compromiso de engrandecerla desde nuestro humilde lugar diario de trabajo y de estudio. Desde la vida común soñemos con una Argentina mejor viviendo con la ética y la moral de aquel que hizo de su vida un símbolo de servicio y de amor a la Patria, en defensa de la igualdad y de la libertad de cada uno de los habitantes de este suelo.
Volvamos a nuestra tarea cotidiana recordando la frase del General San Martín y haciendo nuestro el propósito que encierra con el fin de engrandecer nuestra Patria, a ejemplo del Libertador de América:
"Primero es ser que obrar, y al hombre
honrado no le es permitido ser
indiferente al sentimiento de la justicia."
