Ramadán, mes de
ayuno y reflexión
Ramadán es el noveno
mes del Calendario Lunar Islámico. Cada día durante este bendito mes, desde el
amanecer hasta el atardecer, los musulmanes de todo el mundo se abstienen de
comer, beber, fumar, y se alejan de todas las formas de actividad ilícita y
desaconsejable.
ü El ayuno tiene
como objetivo educar al creyente en el camino espiritual, en la humildad y en
la paciencia. Por esta razón decimos que Ramadán es una escuela para el
alma, un tiempo para centrar la atención en Dios (Alabado sea) y para
practicar la abstención de todo aquello que nos perjudica.
ü Es una
oportunidad para que los musulmanes alcancen la complacencia de Dios (Alabado
sea), para que aumenten su práctica en la oración, mejoren sus relaciones
personales, piensen en aquellos que menos tienen; logrando así un proceso de enriquecimiento
y fortalecimiento para el resto del año.
ü La experiencia
del ayuno comienza con el “suhur”, que es la comida previa al comienzo
del ayuno. Es recomendable que los ayunantes aprovechen este momento para
comer, beber y sumar fuerzas para las horas de ayuno siguientes.
ü Cuando la
puesta del sol se acerca, todos los miembros de las familias comienzan con la
preparación del “iftar”, que es la comida que rompe el ayuno, ya que es
un momento de encuentro, trabajo en conjunto y alegría para todos los creyentes.
ü Con la llamada
a la oración del “magreb”, al atardecer comienza el momento tan
esperado. Dios (Alabado sea), nos da el permiso para romper el ayuno y
nos llena de sus bendiciones.
ü Las noches de
este bendito mes son especiales para el aprendizaje del Generoso Corán, la
Tradición Profética, la realización de súplicas y para la reflexión, entre
otras formas de adoración.
Que Allah (Alabado
sea) acepte nuestro ayuno, nuestras buenas obras y súplicas.
Equipos Directivos de Inicial, Primaria y
Secundaria