1) ¿Se escucha la voz de niños, niñas y adolescentes durante el desarrollo de productos?
Al involucrar a niñas, niños y adolescentes en el diseño, sus decisiones pueden mejorar el resultado final.
2) ¿Los productos son apropiados según la edad?
Las aplicaciones deben ser adaptables a cada etapa del desarrollo y considerar las necesidades de niños y niñas respetando su autonomía y el rol de las familias y cuidadores.
3) ¿Se implementa la “privacidad por diseño”?
Los diseñadores deben garantizar que los niños tengan control significativo sobre la visibilidad, acceso y uso de datos personales. La privacidad también requiere medidas de seguridad para prevenir el acceso no autorizado a los datos.
4) ¿Los productos promueven el bienestar físico y emocional de los niños?
Para que la innovación promueva el bienestar digital, tienen que fomentar un estilo de vida saludable y equilibrado, en lugar de alimentar la compulsión, hábitos poco saludables o experiencias perjudiciales.
5) ¿Las aplicaciones protegen a los niños de riesgos?
Se deben tomar medidas para prevenir riesgos como el abuso u otros tipos de violencia online. También acercar herramientas de denuncia y apoyo en caso de que se vulneren los derechos de chicos y chicas online.
6) ¿Se promueve el derecho a la información y la expresión en entornos digitales?
Innovar para la participación infantil en un mundo digital significa crear oportunidades para que los niños y niñas formen opiniones, transmitan y reciban información diversa, y participen libremente en actividades sociales y políticas.